Para los cultores del Nudismo o Naturismo, serlo no es sencillamente sacarse la ropa. En la práctica es una actividad de gente de edad media, principalmente parejas u hombres solos (las mujeres casi nunca van sin acompañante), que buscan privacidad y calma y que detestan que alguien se aparezca con una cámara de fotos a importunarlos.
En nuestro país, la Asociación de nudismo naturista de la Argentina (Apanna) obtuvo recientemente la personería jurídica, que habilita su actuación legal como entidad dentro del país: “Esto significa un reconocimiento de que el nudismo no constituye ningún tipo de delito”, festejan sus miembros.
Conviene recordar que los nudistas no son swingers. Tienen una actitud positiva respecto del sexo, pero en general no practican el intercambio de parejas, si bien en principio no habría nada en contra. Las playas nudistas son sitios familiares.
El nudismo se practica en compañía de los hijos. Incluso es común que se separe el sector de parejas o familias del área para solteros (singles) y de la zona específica gay, que existe en toda playa nudista.
Tanto en las playas nudistas como en las «textiles» existen reglas. Simplificando un poco, éstas serían:
No meterse con nadie
Llevar siempre una toallita para sentarse sobre una superficie limpia y propia.
Concurrir en pareja, si es posible, o en familia, o en grupos mixtos.
No dar espectáculos excesivos.
El periodista Rolando Hanglin, cultor del nudismo junto a su esposa Emiko sintetiza: “Es una experiencia maravillosa y de una profunda sensualidad. Los seres humanos se sienten profundamente vulnerables y fraternales a la vez. Más allá de la vergüenza inicial, nace una emoción distinta a la que algunos llaman «sentimiento adánico».
En la Argentina hay un centro privado donde se practica nudismo con buen nivel: es Club Nat, en Benavidez.
En Uruguay existe una playa nudista maravillosa: Chihuahua, cerca del aeropuerto de Punta del Este. Es totalmente natural: no existen carpas, botellas, ruidos, lanchas, jet ski. Nada. Sólo los seres humanos, el mar y los pájaros. Los mismos turistas se ocupan de no desparramar basura. Se puede pasear desnudo por los medanales y las lagunas del entorno. Es una playa naturista tolerada (no oficial) que funciona perfectamente.
En Brasil existen varias docenas de playas nudistas, tanto oficiales como toleradas. La más conocida es Praia do Pinho, en el Sur. Vale la pena visitar Olho de Boi, en Buzios. Una bahía preciosa, de unos 30 metros de ancho, donde se reúne un pequeño grupo de nudistas y algunos morochos brasileros que concurren para exhibir lo suyo, que suele ser descomunal.
La playa nudista más bella del continente es, sin duda, Club Orient, en la isla de Saint Martin. Allí es posible alojarse en unos bungalows de madera con extraordinario confort.
Los turistas circulan desnudos por la boutique, el supermercado y las calles de villorrio, o van a comer sin ropas al sugestivo restaurant Papagayo. Por supuesto, todo esto permite una mirada pícara. Pero la idea es practicar nudismo, no armar una cama redonda.