Para mis queridos y queridas buenos y buenas amigos y amigas

Por una casualidad el congreso mundial de la INF no se celebró en Costa Natura, se improvisó en El Portus, Cartagena.
Coincidió que pude cambiar mis vacaciones, al haber suspendido mi hija unas asignaturas y quedarnos en Madrid «estudiando». Que esas vacaciones me las tomé en septiembre para así coincidir con el congreso. Y como estaba tan «agustito» y hacía tan buen clima, prolongué dos días mas mi regreso a casa.
Quise descansar de verdad.
El martes en la playa, y el miércoles después, conocí a Pepa, una chica que por primera vez visitaba el camping, es decir por casualidad.
Y como me interesó tanto «el asunto» pensé en continuar conociéndolo un poco mas. Sin buscar demasiado me ofrecieron continuar unos días mas en el camping por que casualmente me interesó la compra de un coche que luego no pudieron venderme por no tener nada en regla. Casi me engañan pero coincidieron acontecimientos a mi favor.
Regresé a Madrid el viernes para trabajar al día siguiente.
Y bien, sin buscar, he encontrado la mujer de mi vida.
Pepa es y espero que sea para siempre, la persona mas adecuada y afín con mi personalidad que yo he conocido.
Yo creo que me transmite lo mismo en sentido inverso. Nos aportamos los mismos sentimientos y valores.
Nuestros objetivos son los mismos.
Casualmente nos vemos como nuestras partes complementarias. Uno para el otro y el otro para el uno.
Y sin embargo, ninguno de los dos nos estábamos buscando, pero casualmente nos conocimos.
Y todo esto os lo cuento por que os quiero hacer partícipes de mi alegría. Y no tan solo por eso, también para pedir perdón a quien de una u otra manera se hubiera sentido molesto o molesta por alguna actitud mía anterior.
A quien sea, le pido disculpas por haber querido disfrutar de la vida, tras 20 años de pareja y matrimonio, si no infeliz del todo, mas bien poco alegre.

Y ahora, a mis 47 años, solo os deseo que llegueis a sentir lo mismo que yo siento con Pepa. Es tan maravilloso que quiero desearselo a todos mis círculos de amistades. Incluso a los que se han quedado fuera de elos por decisión propia.
Para acabar, os pido que lo divulguéis, para mi sería increiblemente dichoso si todo el mundo sabe lo feliz que me siento.

Carlos Gil
un amigo siempre

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