Libre de ropa

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ANISCAN celebra que en Lanzarote exista Mala, un ejemplo de naturismo para todo el mundo
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La Asociación Naturista de Canarias celebró el domingo el Día Internacional sin Bañador
Laura San José · 17 de julio de 2007

Al grito de ¡fuera escondedores!, traducción en el mundo naturista de ¡fuera bañadores! celebró ANISCAN (Asociación Naturista de las Islas Canarias) el Día Mundial sin Trajes de Baño. Su presidente, Francisco Ojeda dice que “quisimos aprovechar esta iniciativa promovida por los naturistas catalanes y celebramos que Maspalomas fue la primera playa nudista”. Dice que se llenó de gente y que aunque siempre hay curiosos, la mayor parte de los que se congregaron fueron nudistas. Es más, comenta que “a nosotros no nos importa que venga gente con su escondedor puesto”.
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Lo que quiere dejar claro de una vez es que el nudismo no tiene nada que ver con la pornografía o las ganas de provocar, aunque haya personas que así lo piensen. Dice que “hay gente que no quiere asumir que esto no es una cultura impuesta por nadie y que no hay nada más natural”.

Según la Federación Naturista Española, el naturismo es una forma de vivir en armonía con la naturaleza, caracterizada por la práctica del desnudo en común, con la finalidad de favorecer el respeto a uno mismo, a los demás y al medio ambiente. Ojeda llegó a esta forma de vida “decepcionado de otras cuestiones y no queriendo quedarme cerrado en las cuestiones que me habían enseñado mis padres; sino teniendo ganas de descubrir otras cosas”. Asevera que para él, el nudismo es una forma de vida que se practica en casa y en la calle. Comenta que “es algo más que tomar en sol desnudo”. Dice que no es en absoluto incómodo y que lo que molesta realmente es la ropa, aunque “no tenemos más remedio que ponérnosla, sobre todo, para ir a trabajar porque es muy complicado conseguir un empleo en el que puedas ir desnudo, a no ser que trabajes en un club nudista”.

Primer día sin ropa

Ojeda recuerda que en su primer día sin ropa experimentó una gran sensación de libertad, sobre todo mental, al romper la barrera de la vergüenza. “Te aceptas a ti mismo y aceptas a los demás como son, sin cuerpos diez ni veinte; es decir, todos iguales”, confiesa. Explica que no tiene por qué ser traumático encontrarse con el jefe o con los compañeros del trabajo estando desnudos porque hay que separar la faceta profesional de la personal El presidente de ANISCAN recuerda que en Lanzarote tenemos uno de los poquísimos emplazamientos nudistas de Canarias, en Mala, y reconoce que hay que debérselo a residentes extranjeros, mucho más avanzados en estas cuestiones; sobre todo los venidos del norte de Europa, que fueron los que trajeron el nudismo a Canarias.

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