Dos décadas al cuidado de los cuerpos desnudos

Richard Corbo encontró su vocación como guardavidas a una edad que considera tardía. Solía visitar las playas del este del país para acompañar a sus amigos, que comenzaron a desempeñarse en esa profesión a partir de los 20 años, una edad apropiada para dar los primeros pasos en esta labor. En cambio, Corbo decidió una vez pasados los 30 años que podría aprovechar ese tiempo y convertirlo en una vocación.
Hoy, con 51 años, la tarea de Corbo es como la de cualquier otro guardavidas uruguayo. Se encarga de la prevención, rescate y salvamento de los playeros, así como de la aplicación de técnicas de auxilio en el caso de que ocurra un accidente. Lo único que lo diferencia de sus colegas es que trabaja –hace dos décadas– en Chihuahua, la playa nudista ubicada en Portezuelo, Maldonado.

La continuidad en su labor se nota fácilmente al verlo trabajar. Con un turno diario que comienza cerca de las 9 y termina a las 16, en sus recorridos por la arena no es raro verlo saludar y conversar largo y tendido con los nudistas que frecuentan la playa. Y suele tener muy buena memoria para los nombres, aseguró un playero nudista al describir al guardavidas.

«Sabía que iba a ser una playa diferente», comentó Corbo al recordar sus primeros días en Chihuahua. «Al principio, entrás esperando que te cambien. Pero resulta que la playa tenía un montón de cosas buenas para el trabajo. Es grande y peligrosa, pero no tiene la concentración de la Brava. No tenés niños y adolescentes, que son una población de riesgo. La única desventaja que tiene es que son más de 2 kilómetros. Al hecho de que la gente esté desnuda te vas acostumbrando», dijo.
Aunque al principio estaba preocupado por cómo actuaría una persona desnuda al ser rescatada, eso no afectó su trabajo. «No sabes cómo va a reaccionar. Yo trato de sacarte, hago la parte teórica bien y te agarro como te tengo que agarrar. Vos estás nervioso y te voy a sacar como pueda», explicó.
En sus primeras semanas en la década de 1990 tuvo vergüenza al tener que hablar con los playeros cuya piel estaba completamente expuesta al sol. De todas formas, dijo que se acostumbró rápidamente al hecho y hoy considera la naturaleza de la playa como un rasgo meramente «colorido».
Entre los principales cambios observados por el guardavidas en sus años de trabajo remarcó que Chihuahua presenta actualmente un mayor crecimiento en la cantidad de gente que visita la playa, así como un aumento específico de un público joven nudista y no nudista. Eso, aseguró, se debe a que los accesos dentro del balneario fueron mejorados. A su vez, la construcción de casas, un parador y hasta un hotel nudista cercano a la playa motivaron una presencia turística más sostenida.

«La impresión que daba era que la gente era más grande que uno», describió al hablar sobre el público más frecuente hace 20 años. «No era común encontrar personas entre 25 y 30 años».

Antes, Corbo solía ir sombrilla por sombrilla para presentarse ante los bañeros y conversar sobre los cuidados que se deben tener en el agua. Hoy la cantidad de veraneantes es mayor y no puede visitar a todos, aunque todavía se toma su tiempo para conocer a algunos de sus posibles rescates.
Corbo se definió como guardavidas estricto, fruto de haberse encargado de la playa durante muchos años solo. «Uno es más previsor que rescatador. Para mí un verano que no tuve que hacer un rescate es exitoso», comentó. Hoy en día en Chihuahua trabaja junto a otros dos colegas.
Si bien dijo sentirse cómodo en Chihuahua y no quiere cambiar de puesto, contó que jamás se desnudó en una playa. Y esto pese a creerles a los nudistas cuando alaban la comodidad al meterse en el agua.
Para quien desea veranear sin tapujo alguno aconseja que tenga cuidados especiales con la arena y el sol.

«Lo primero que logras es sentir libertad»

Entrevista a Carlos Lucas, presidente de la Asociación Uruguaya Nudista Naturista
¿Cuáles son las diferencias entre el nudismo y el naturismo?
El nudismo es estar desnudo. El naturismo es una filosofía de vida, que es mi caso. Yo estoy desnudo donde sea. El nudista solo capaz que viene y se desnuda en la playa. Junto con mi esposa nos desnudamos en todos los lugares que sea posible. En casa estamos continuamente sin ropa. A veces hacemos reuniones nudistas en casa o en casas de otros amigos o socios.
¿Cómo ha cambiado Chihuahua en los últimos 20 años?
Muchísimo. Con el pasaje del tiempo lo más importante es la afluencia mayor de público (…) Antiguamente, la mayoría de la gente era mayor. Hoy día, si miras a tu alrededor vas a ver mucha gente joven que viene y practica el nudismo con absoluta naturalidad. Como decía Richard (Corbo, guardavidas de la playa), ha ayudado la televisión y la “tinellización” para mostrar el cuerpo de otra forma. Es el mismo que mostramos nosotros. Lo de ellos es más exhibición del cuerpo, acá es vivirlo con naturalidad, ser como uno es.
¿Qué siente al estar desnudo en la playa?
Lo primero que logras es sentir una libertad impresionante. El contacto con el mar, con la arena, con el sol sin los tapujos de la prenda… El nudismo tiene una desventaja. Una vez que lo probaste no vuelves atrás. Una vez que te bañaste sin ropa no te la pones para entrar al agua porque te vas a sentir absolutamente incómodo.
¿El día que se muera le gustaría ser enterrado sin ropa?
Nunca me pregunté si te entierran con o sin ropa. La verdad es que no sé. No creo que me preocupe. Ya estoy muerto, en otro plano. Pero capaz que sí, sin ropa, para continuar. Entrar en otro plano de la misma forma que entraba en este.

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