Las concentraciones antitaurinas se expandieron por 17 ciudades de variuos continentes -la mayoría de ellas europeas- para exigir que se prohíban las «corridas sangrientas» y se promuevan «carreras de nudistas». Más de uno -y una- se animó y se despelotó en plena calle para reivindicar la belleza del cuerpo humano frente a un espectáculo «lamentable» que no hace otra cosa que «ensañarse con los animales».
Los habitantes de Roma, Moscú, París, Berlín y Londres, entre otras capitales, desayunaron ayer con pancartas y gritos encendidos contra la ‘fiesta nacional’ española. Los activistas italianos calificaron los encierros de San Fermín como «la fiesta de la crueldad» por el tratamiento que se brinda a los morlacos. Para los organizadores, los sanfermines constituyen el paradigma de «una de las peores tradiciones españolas». «No sólo provoca heridos y fallecidos, sino que también condena a una muerte atroz a los toros que corren por las calles de Pamplona».
¿Desnudos en Pamplona?
Los jóvenes antitaurinos, que iban en paños menores y llevaban cuernos de plástico -alguno se animó con un capote de torero-, denunciaron también que los astados son a menudo «debilitados con tranquilizantes» y «apuñalados con cuchillos eléctricos», además de tener los ojos «cubiertos con glicerina». Los manifestantes anunciaron también su intención de acercarse a Pamplona durante las fiestas para organizar una carrera nudista por las calles de la ciudad y ‘reventar’ así una tradición centenaria.
Los miembros de Peta pidieron al Gobierno español que acabe con una fiesta «macabra» que «no tiene cabida» en el siglo XXI. Queda por ver si cumplen su palabra.