Tal como publicó la prensa croata, un hombre se colocó al lado de ellas y comenzó a masturbarse. Ellas le llamaron la atención, pero al poco tiempo aparecieron otros cuatro hombres más. Según su propia versión, una de ellas recibió un bofetón en la cara y otra una patada en el muslo. Todo, como mucho, por darse un beso, según ellas.
Cuando apareció la policía, fueron conducidas a una comisaria, donde permanecieron cuatro horas. En esas dependencias se sometieron a un control de alcoholemia, que dio negativo. Los miembros de las fuerzas de seguridad comprobaron los moratones que tenían en el cuerpo y las animaron a presentar una denuncia.
A continuación les retiraron el pasaporte y les conminaron a abandonar el país en 10 días, aunque no llegaron a pasar la noche en prisión.
Al día siguiente se celebró el juicio y solamente fueron multadas por dejar sueltos sus perros en la playa y por permanecer desnudas a 300 metros del comienzo de la zona nudista. No por comportamiento inmoral. Tuvieron que pagar 520 kunas (unos 70 euros) las dueñas de los perros y 220 kunas las restantes.
La portavoz de las víctimas ha reiterado a elmundo.es que en ningún momento se produjo nada parecido a una orgía lésbica. Aseguran que no iban a molestar a nadie en un país que, a su juicio, vive uno de los coletazos de la represión tras la reciente guerra civil.
