Sin fines sexuales

El objetivo del nudismo no es encontrarse en un lugar donde se paseen hombres y mujeres sin ropas para ver si puede concretar un encuentro sexual. Si bien en la Argentina hay centros nudistas que contemplan en un predio abierto un determinado espacio donde puede tenerse sexo, la intención del encuentro es otra. Se reúnen para tener actividades como realizar deportes o compartir una comida, lejos de la escena de una gran orgía que la mayoría suele tener al mencionar esta preferencia.

Para sus adeptos, el nudismo no es una elección sexual sino una concepción vital en la cual despojarse de las ropas es sólo una parte de ella.

Pero cuando miramos un cuerpo hay una lectura no exenta de libido del mismo, es decir que reconocemos en las personas su sexo y las zonas que despiertan el placer, y son precisamente esas partes las que no se descubren en público. Basta con concurrir a cualquier playa o pileta de natación para ver a qué zonas corporales me refiero, porque por minúsculos que sean los trajes de baño, siempre cubren esas partes. En una nota publicada en minutouno.com, la psicoanalista Cristina Castillo, del Centro Dos de Buenos Aires, afirma que el cuerpo adulto “no es natural que esté desnudo, porque está libidinizado, recubierto por zonas erógenas que no nos son indiferentes. Un brazo o un tobillo no significa lo mismo que una teta o la cola”.

No es exhibicionismo

Los nudistas además no son exhibicionistas, es decir no encuentran placer sexual al mostrarse desnudos frente a otras personas, sino que lo hacen como una manera más de relacionarse, que no implica obligatoriamente un contacto sexual.

Entre ellos igual existe una diferenciación entre el espacio público y privado, y por eso no andan desnudos por la calle, porque saben que eso va contra las leyes y costumbres sociales, pero entre ellos no necesitan mantener en la privacidad la desnudez de sus cuerpos.

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