Padilla, que vestía una camiseta de tirantes, un gorro y unas sandalias, aseguró que los nudistas no son "ningún peligro, ni ninguna amenaza". El problema, añadió, "es que queda mucho por entender, ya que normalmente se asocia el desnudo a cosas pecaminosas o grotescas".
Por ese motivo, la portavoz de esta concentración pronudista, y sus seis compañeros, pretendían con esta reunión informar a la gente y dejar claro que al mostrar su desnudez no están "agrediendo a nadie".
Los nudistas, que disponían de dos bidones de basura donde dejar su ropa conforme iban llegando, repartieron panfletos informativos a los transeúntes que paseaban a su lado. Un público que, en su mayor parte, se mostró bastante sorprendido.
De modo que este grupo de nudistas fue hoy el objetivo de las fotografías de no pocos turistas. Además, los dos policías presentes en la concentración tuvieron que atender las preguntas de algunos transeúntes sorprendidos.
Los observadores más rigurosos fueron un par de ancianas, que, tras cerciorarse de que la manifestación contaba con "todos los permisos", criticaron "el tamaño" con los policías allí reunidos.
Por su parte, este movimiento pronudista asegura que es inconstitucional prohibir o acotar la expresión pública de la desnudez, ya que el nudismo desapareció como delito en 1995.
En este momento el nudismo es libre en cualquier espacio público y por eso no requiere de ninguna autorización. En este sentido son considerados como espacios públicos las playas, los ríos los lagos, campas, caminos , carreteras, calles, plazas o parques, aclararon.