Nudistas tradicionales declaran guerra a swingers en ‘Ciudad Desnuda’

Los nudistas tradicionales, que se describen a sí mismos como naturistas y que gustan de fusionarse con la naturaleza sin obstáculos, han mostrado su disguto con la invasión de swingers a su capital Cap d’Agde, conocida como la "Ciudad Desnuda". Al parecer los swingers han copado está ciudad playera en la costa francesa de Languedoc, y con su característica laxa moral buscan subvertir cualquier situación en una orgía. Mientras los naturistas conviven desnudos en familia recibiendo el aire y el sol en sus cuerpos, los swingers muchas veces pasean burlonamente vestidos sólo para luego copular en culaquier lugar muchas veces en frente de un público menor de edad, al menos de esto es  lo que se quejan los nudistas, que se han convertido en improbables moralinos.

El diario británico The Indendent incluso reporta que en un restaurant un hombre musculoso arrojaba su miembro, en una especie de delirio, a las mujeres que cenaban tranquilamente como si fuera un  hedónico digestivo.

Algunos nudistas locales que llegaron a esta ciudad para poder vivir desnudos tranquilamente y gozar de los beneficios que la desnudez brinda, se quejan de que la ciudad está siendo invadida por hoteles sexuales y que los swingers hasta se burlan de los nudistas tradicionales.

Florence Denestebe, una mujer local,  dice: "Cuando el sol se mete la ciudad se convierte en la capital europea del sexo libre". Un grupo de nudistas fundamentalistas hace dos años vandalizaron uno de los hoteles swingers. Este año se han quejado con el alcalde Gilles d’Ettore.

Monsieur d’Ettore ha dicho que escuchará las quejas pero que no hay mucho que hacer que no haya hecho ya para mantener en paz a estas a dos tribús desnudas. Nuevas leyes han sido dictadas para impedir que los menores acudan a los establecimientos hot frecuentados por los "libertinos".

"Me niego a hacer juicios de valor  sobre los hábitos sexuales de los demás. No puedo poner un policía detrás de todos los 40 mil nudistas", dijo el sensato alcalde.

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