Sus fotografías de gente de "todas las religiones, formas y tamaños" en lugares como la Opera House de Sídney y el glaciar Aletsch de Suiza han sido aclamadas por la crítica y atraído a seguidores en todo el mundo.
"Es dinero muy insignificante", dijo el artista en una rueda de prensa en Tel Aviv. "Pero es el cuerpo desnudo en un espacio público", añadió, insinuando una desaprobación a su arte en el estado judío.
Tunick y sus ocho asistentes necesitan 60.000 dólares (unos 42.175 millones de euros) para pagar los costes logísticos de la instalación y sesión fotográfica que se llevaría a cabo en septiembre u octubre en el punto más bajo de la Tierra, donde el mar Muerto se está secando a un ritmo de un metro al año.
El artista, que es judío, no ha decidido aún qué aparecerá en su instalación en el mar Muerto. Le gustaría mostrar a su multitud desnuda flotando en el agua ultra salina, y cubierta de su famoso lodo negro beneficioso para la salud.
Pero el amigo de Tunick Ari Frutcher, quien reside en Israel, y la consultora de Tel Aviv Ben Or sólo pudieron recaudar 45.000 dólares en un año.
A falta 25 días para la fecha tope, el equipo pide donaciones en la página web de Tunick kickstarter.com (www.kck.st/).
Ni Tunick ni sus socios israelíes pudieron explicar por qué era tan difícil recaudar el dinero.
"Simplemente no recibes una respuesta clara", dijo Fruchter.
Pero un representante del partido ultra ortodoxo israelí Shas – miembro de la coalición gobernante – dejó claro que sus electores se oponían categóricamente a la propuesta artística.
"Esta es una bestialidad artística", dijo el veterano legislador de Shas Nissim Zeev a la televisión israelí. "Se debe evitar que este corruptor realice esta vergonzosa exhibición. Haremos todo lo posible para que esta exhibición no suceda en la tierra de Israel…. nunca", añadió.