Se realizó el clásico maratón nudista en la reserva de Yatan Rumi

“Para nosotros la vida pasa por sentir libertad todo el tiempo. Por suerte, la sociedad va cambiando y no existen tantos preconceptos como antes. En definitiva, nos mostramos así, como fuimos creados”, dice a Clarín Miguel Suárez (52), encargado del paradisíaco complejo naturista donde –ayer a media mañana– se realizó la competencia.

Las reglas de la maratón son muchas pero todas ellas están relacionadas con una sola palabra: respeto . “El clima que hay entre la gente es fantástico. Acá cada uno viene con su historia a disfrutar y lo material o textil queda de lado.

No importa la marca de tu camisa, el nudismo iguala ”, cuenta mientras precalienta Martín Salvatierra (40), un cordobés, padre de 3 hijos. “Cada vez que vengo trato de convencer a mi señora, pero no lo consigo”, dice. A su alrededor, todo es verde y piedra en Yatán Rumi, esta reserva natural de unas 1.200 hectáreas a la que se llega luego de unos 40 minutos de ascenso en auto por un camino de ripio. Su nombre significa “piedra desnuda” en lengua aborigen.

Según las normas de la Federación Internacional de Nudismo (FIN), los corredores deben participar de la competencia –que comprende unos 4 kilómetros por un trazado montañoso– completamente desnudos. Eso sí, hay tres que cosas que, si quieren, los corredores se pueden poner: gorra, anteojos y zapatillas .

La maratón está dividida en dos categorías: elite y aficionados. A su vez, existen subcategorías de acuerdo a la edad. El propio municipio de Tanti se encargó de fiscalizar la competencia.

“Es la primera vez que participamos. Nos gusta experimentar cosas nuevas e ir en contra de lo que marca el común de la gente. Lo distinto hace la diferencia”, explican –casi a dúo– Ignacio Alonso (21) y Jimena (20). El, salteño y de profesión fotógrafo; ella, cordobesa y modelo. De reojo y con timidez, los observaban dos policías y los médicos que cuidó la salud de los participantes.

A un par de metros, Miguel Suárez le pinta el número 60 –en el pecho y el brazo; con una pócima de témpera negra y crema humectante– a Marcelo, uno de los rosarinos que viajó para correr. “Soy abogado y vengo en busca del broche de oro para mi costado maratonista : ganar mi primera carrera desnudo”, señala.

La maratón nudista convocó gente de La Rioja, Misiones, Buenos Aires y Santa Fe. Y hasta se dio el lujo de tener un competidor internacional llegado desde de Venezuela. “Estoy encantado con Yatan y la naturaleza. Practico nudismo desde hace 10 años pero es la primera vez que vengo a un evento así”, apuntó Miguel Montaño, licenciado en Informática, “viajero” y de 32 años.

Todo esta listo para la largada. Desde la chica de 20 años hasta Eduardo, el participante más longevo a sus 67 años, dicen sentir la misma “adrenalina” en el cuerpo . El grito fuerte y desafinado de Suárez es la señal de partida. Rápidamente y como Dios los trajo al mundo, los cuerpos empiezan a perderse ante la inmensidad de la naturaleza.

Ya pasaron 17 minutos y 44 segundos. La maratón, entonces, tiene un nuevo consagrado. “Pero estaría bueno que no pongas el nombre ”, pide Pablo. Es que más allá de la competencia, para ellos, el nudismo parece ser una manera de encarar la vida .

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