Porque enseño Yoga desnudo?

Hace años me diagnosticaron cáncer de cuello uterino en etapa 3.

Todavía recuerdo estar sentada en esa silla en el Hospital Ealing sosteniendo los resultados en mis manos y sin sentir nada. Estaba en una burbuja, sin sonidos, sin voces, no podía escuchar nada. En mi cabeza, ni siquiera era real. Durante los siguientes meses, pasé mi vida entre el hogar y el hospital. Las cirugías, la quimioterapia, la radioterapia y todos los efectos secundarios que conlleva fueron parte de mi rutina diaria. Después de mis tratamientos, estaba buscando una rehabilitación suave. Asistí a mi primera clase de yoga en el Centro Macmillan en el Hospital Charing Cross. Me enamoré de esta disciplina y 4 años después volé a Goa en India para embarcarme en mi formación de profesora de Yoga. Quería ser maestra de yoga.

Como resultado del tratamiento del cáncer, me volví infértil.

Aunque nunca me he sentido particularmente maternal, fue bueno saber que la opción de ser madre estaba disponible para mí. Tener esta opción eliminada como resultado del tratamiento que emprendí fue difícil de manejar. No ser capaz de concebir me hizo sentir que no era «suficientemente mujer» y castigarme por ser «incompleto».

Descubrir el yoga desnudo me ayudó a revaluar esta percepción negativa de mí mismo.

Practiqué Naked Yoga por primera vez en un Festival en Nevada (Burning Man) y me sentí tan liberador que quería compartir la experiencia con todos. En ese momento no tenía barreras, inhibiciones ni restricciones. Esta libertad que sentí es lo que me faltaba. Era un mundo con personas de mente abierta, sin barreras económicas o sociales, un espacio libre de juicio y seguro para que las personas vulnerables se expresen.

El yoga desnudo finalmente me enseñó a aceptar mi cuerpo y aceptarme exactamente como soy hoy, con todas mis imperfecciones.

Se trata de conocerte, aceptarte y amarte a ti mismo en tu núcleo.
El yoga desnudo es una herramienta que podemos usar en nuestro camino hacia la auto aceptación. Solo estar desnudos puede hacernos sentir vulnerables, sin mencionar el dolor central que «surge» cuando practicamos Yoga. Al enfrentar estas vulnerabilidades con este enfoque valiente y audaz al Yoga, nos volvemos más firmes y cómodos con nosotros mismos.

Mientras luchaba durante muchos años para aceptar mi propio cuerpo, ahora estoy ayudando a las personas a sentirse seguras de su propia piel.
Me apasiona trabajar con mujeres que no se sienten cómodas mostrando sus cuerpos, o mujeres que han experimentado cáncer, anorexia, bulimia. Ayudar a estas mujeres a aceptar y amar sus cuerpos es un privilegio.

La mayor recompensa para mí es ver el cambio que estoy haciendo en sus vidas y cuán seguros se vuelven. Siento que mi propósito en la vida es liberar al mundo de la vergüenza corporal y eliminar las connotaciones negativas de la palabra desnudez.

Me encantaría poder compartir el conocimiento y la libertad que he encontrado al hacer esto con la mayor cantidad posible.

ES POR ESO QUE ENSEÑO EL YOGA DESNUDO

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