España – Personas desnudas salen de una zona nudista tradicional de Vera para hacer valer su derecho de estar desnudo

Así, con unas chanclas y una sombrilla, los participantes, organizados por Luis Pérez, del Puntonat, recorrieron las urbanizaciones naturistas, salieron del supuesto ‘límite’ y pasaron a la zona textil, llegando al Hotel Zímbali, rodeándolo y volviendo por el Paseo Marítimo hasta el punto de partida.

El objetivo principal de este acto, según explica Pérez, no es otro que «poder salir del armario en el que estamos metidos aquéllos que practicamos el nudismo», porque «estamos ejerciendo un derecho que ampara la Constitución ya que el delito de ‘escándalo público’ se abolió en 1995 y nadie puede obligarnos a vestirnos porque no estamos infringiendo ninguna ley».

Pérez, que lleva practicando el nudismo desde hace 16 años, asegura que quieren «promover que se llegue a naturalizar el no llevar ningún tipo de ropa, igual que en su momento y poco a poco se fue viendo normal que las mujeres hicieran top-less en la playa».

Durante el paseo, los pronudistas repartieron un folleto bajo el título ‘El nudismo es una más de nuestras libertades’ y se encontraron con el apoyo de algunas personas y las miradas divertidas de otras. Fueron discretos y llamaron la atención, y poco, sólo por su falta de indumentaria. De hecho, se había planteado como un acto reivindicativo pero en tono festivo, y así resultó.

El nudismo, tal y como dice Pérez, es una actitud de «no discriminar ninguna parte del cuerpo, todas considerarlas por igual y tener una visión de la desnudez como lo que es, algo natural y que el trato y la relación con otras personas llevando o no ropa es el mismo».

Hay un aspecto ligado al nudismo normalmente que es la sexualidad. En este caso, uno de los manifestantes aclara: «No por estar desnudo tienes que mantener o buscar una relación sexual, al contrario, la naturalidad que otorga ir desnudo y ver otros desnudos hace que una persona te atraiga por otras cosas, más allá de un cuerpo bonito que no tienes que imaginar porque lo estás viendo y porque estás acostumbrado a verlos».

En el ámbito de la higiene, abogan por el nudismo, ya que consideran, dice Pérez, que «es más higiénico no llevar bañador porque, cuando sales del agua, se seca todo el cuerpo al aire sin que te quede la humedad en la parte de los genitales lo que puede provoca la proliferación de bacterias y hongos». En cuanto a los lugares donde hay que sentarse, afirma Luis: «Nos sentamos siempre sobre un pareo o toalla para no tocar con la zona del ano y la parte genital».

Dentro del movimiento nudista no hay una estética sobre la belleza del cuerpo estándar, aduce el organizador de la manifestación: «Aquí da igual, todos los cuerpos son aceptados como son».

Tras la manifestación, Luis Pérez confirma que esta primera marcha nace con vocación de continuidad y, a pesar de que reconoce que esperaba más participación, dice sentirse satisfecho por que considera que es un primer paso para «poder naturalizar algo tan natural como el cuerpo desnudo».

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